LVIII. David Samaniego. El ser humano
David ha tenido siempre la personalidad de un líder a seguir, ya sea dentro de sus actividades académicas así como en las deportivas. Es un líder que irradia carisma y credibilidad. Todos los alumnos de él creímos siempre en su palabra. Naturalmente, quienes más lo escuchaban, más se prepararon dentro del plano humano, moral, cívico y religioso.
Tuve el gusto de ser presidente del Club de Andinismo del Colegio Spellman, al que con justo reconocimiento a este hombre, lo puse como nombre " Club de Andinismo David Samaniego", el mismo que con su ejemplo, siguió subiendo a las montañas ecuatorianas con esa misma pasión.
Aparte de otras materias académicas, David nos impartía la de Religión. Sus conocimientos definieron para siempre el camino de miles de niños y jóvenes de nuestra amada Patria. Recuerdo con precisión muchas de esas clases, donde se predicó el amor al prójimo, a la igualdad de obligaciones y derechos. Recuerdo muy bien sus mensajes de solidaridad con los más pobres y su deseo inclaudicable de que haya mayor oportunidades y una igualdad de los hijos de Dios. Lo que me impresionó fue escucharle y verle indignado por esta desigualdad y principalmente la pobreza. Nos conversó, guardando el secreto de la confesión, que le tocaba escuchar dramas muy dolorosos que se presentan en las familia de mayor pobreza. Tenía tanto dolor y furia a la vez de contarnos que en una ocasión una madre se acercó a confesarle que su hijo era un desadaptado y que gastaba dinero para satisfacer sus impulsos sexuales, y que ella se le ofreció a su hijo como mujer, para que no gaste dinero de la casa. " Qué indignación e impotencia!!", nos decía con su voz firme y potente.
En otra ocasión, nos invitó a escribir la historia personal que más nos había impactado en la vida. Recuerdo que redacté una sobre el mundo de los simios.
Tuve la maravillosa experiencia de conocerle jugando " cuarenta", le gustaba hacer pareja con el padre Sagasti. Con mi hermano Marcelito íbamos a su residencia dentro del Colegio para jugar esta popular diversión. Mi padre asombrado, alguna vez nos buscó en el colegio y al no encontrarnos, fue a la residencia de los padres y asombrado, vió que me subí a la silla y con todas las ganas, le dije " dos por mudo" al padre Sagasti. Naturalmente, este narración corrió por todos los rincones del País, ya que mi padre un legislador de tanto prestigio, tenía las mejores relaciones con los salesianos.
Alguna otra vez, disfrutamos de festejos y de paseos informales con los profesores. Por alguna razón, siempre me invitaban y podía charlar y conocerles de cerca a tan distinguidos educadores.
Con estas breves reseñas, podemos darnos cuenta del ser humano que hay dentro de este hombre que sólo con su mirada inspira respeto y personalidad intachable y fuerte. Siempre supe que su obligación era llegar a más personas con sus mensajes.
Jesús me vió con mucha dulzura y me dijo : " David es mi instrumento para llegar a los seres humanos con amor, respeto y educación en valores ". Yo le dije que tenía la felicidad de conocerle y haber definido mi vida en la dirección de sus enseñanzas.
Tuve el gusto de ser presidente del Club de Andinismo del Colegio Spellman, al que con justo reconocimiento a este hombre, lo puse como nombre " Club de Andinismo David Samaniego", el mismo que con su ejemplo, siguió subiendo a las montañas ecuatorianas con esa misma pasión.
Aparte de otras materias académicas, David nos impartía la de Religión. Sus conocimientos definieron para siempre el camino de miles de niños y jóvenes de nuestra amada Patria. Recuerdo con precisión muchas de esas clases, donde se predicó el amor al prójimo, a la igualdad de obligaciones y derechos. Recuerdo muy bien sus mensajes de solidaridad con los más pobres y su deseo inclaudicable de que haya mayor oportunidades y una igualdad de los hijos de Dios. Lo que me impresionó fue escucharle y verle indignado por esta desigualdad y principalmente la pobreza. Nos conversó, guardando el secreto de la confesión, que le tocaba escuchar dramas muy dolorosos que se presentan en las familia de mayor pobreza. Tenía tanto dolor y furia a la vez de contarnos que en una ocasión una madre se acercó a confesarle que su hijo era un desadaptado y que gastaba dinero para satisfacer sus impulsos sexuales, y que ella se le ofreció a su hijo como mujer, para que no gaste dinero de la casa. " Qué indignación e impotencia!!", nos decía con su voz firme y potente.
En otra ocasión, nos invitó a escribir la historia personal que más nos había impactado en la vida. Recuerdo que redacté una sobre el mundo de los simios.
Tuve la maravillosa experiencia de conocerle jugando " cuarenta", le gustaba hacer pareja con el padre Sagasti. Con mi hermano Marcelito íbamos a su residencia dentro del Colegio para jugar esta popular diversión. Mi padre asombrado, alguna vez nos buscó en el colegio y al no encontrarnos, fue a la residencia de los padres y asombrado, vió que me subí a la silla y con todas las ganas, le dije " dos por mudo" al padre Sagasti. Naturalmente, este narración corrió por todos los rincones del País, ya que mi padre un legislador de tanto prestigio, tenía las mejores relaciones con los salesianos.
Alguna otra vez, disfrutamos de festejos y de paseos informales con los profesores. Por alguna razón, siempre me invitaban y podía charlar y conocerles de cerca a tan distinguidos educadores.
Con estas breves reseñas, podemos darnos cuenta del ser humano que hay dentro de este hombre que sólo con su mirada inspira respeto y personalidad intachable y fuerte. Siempre supe que su obligación era llegar a más personas con sus mensajes.
Jesús me vió con mucha dulzura y me dijo : " David es mi instrumento para llegar a los seres humanos con amor, respeto y educación en valores ". Yo le dije que tenía la felicidad de conocerle y haber definido mi vida en la dirección de sus enseñanzas.
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