XLVI. Mamita "Sara María Bustillos de Atiaga"

Mamá Sarita nació en Saquisilí y se casó muy tempranamente con mi abuelito Pablo Atiaga Escobar, formaron una familia maravillosa de educadores, políticos y profesionales de la más alta dignidad y respeto en Cotopaxi. Galo mi padre, Graciela, Maruja, Marina, Vicente, Teresa, Antuco. Gilberto y Oliva a quienes no pude conocer. He puesto en primer lugar la característica de educadores, ya que por las enseñanzas de Mamita, ellos entendieron que un País con educación y formación integral, puede salir adelante ya que el hombre  es la creación más grande de la civilización. Mamita fue la primera educadora de todo el sector de Tanicuchí, sus grandes dotes de conocimiento y deseo de transmitir sus conocimientos, fueron usados con generosidad para formar a sus hijos y a su pueblo.
Qué bonito era llegar a Tanicuchí o a San Agustín anteriormente y escuchar sus consejos y aprender los valores que nos han servido para toda la vida. " Ama a tu tierra, para que no te llamen ingrato", palabras sabias que con su aplcación literal,  nuestro querido Ecuador tendría otro destino. "Ingrato", debería ser una de  las peores calificaciones para los hijos de la tierra.
Era la primera en salir y abrazarnos cuando llegábamos a Tanicuchí, recuerdo su piel de cobre, pelo muy bien peinado a los lados, pequeña de estatura, de un paso muy rápido y manos gruesas que nos hacía sentir en el cielo cuando nos tenía en sus brazos. Se puede decir que su presencia era suficiente para que todos nos sintamos seguros y amados.
" Pablo, cómo vamos a vivir en el futuro si los precios de las papas suben como ahora, de dos sucres a dos cincuenta", le escuché decir preocupada con toda razón, mientras que Pabito le decía que Dios siempre pondrá los alimentos en nuestra mesa en forma abundante.
Mamá Sarita tenía una excelente conversación y durante las comidas nos hablaba de lo bonito que es estar juntos en familia. Nos decía que es mejor ser pobres, que jamás busquemos un dinero mal ganado, que no mintamos ya que la palabra es lo más sagrado de un individuo. Nos pedía que nos llevemos bien, que no peleáramos. Nos inculcaba la solidaridad y la preocupación por los más necesitados. Nos indicaba la necesidad de estudiar y obtener una profesión para poder salir adelante. Nos ponía el ejemplo de Pabito y de todos sus hijos, de quienes estaba tan orgullosa de  sus logros individuales. Jamás podemos aceptar un " no se puede" decía, mientras sus manos preparaban los más ricos potajes que nos da la tierra: Choclos con queso, fritada, cuyes, papa chola, morocho, caldo de gallina, habas tiernas, tostado, colada morada, fanesca, hornado, conejo y ají de cuy.
Muchas cosa lindas recuerdo de ella, su forma de reir contagiosa y sus ojitos pequeños derramando lágrimas cuando decía que no le faltan penas.
Su liderazgo fue tan decisivo, que el Estado por medio de su Ministerio de Educación, decidió poner el nombre del más grande colegio de la zona. Se trata del Colegio Técnico " Sara María Bustillos de Atiaga", de Río Blanco, con más de mil estudiantes que se forman con el ejemplo de tan distinguida matrona.
Alguna vez que estuve en Tanicuchi a la salida de los estudiantes, me acerqué a un grupo de ellos, perfectamente uniformados : Blusa blanca, saco azúl, falda o pantalón plomo, medias blancas y zapatos negros. Todos con el logo hermoso del plantel. Les pregunté que saben de Sara Bustillos de Atiaga, a lo que empezaron a hablar con mucho orgullo de su matrona. Cuando les dije que yo sí le conocí ya que es mi abuelita, ellos salieron despavoridos, pensando que están hablando con un fantasma.
Jesús me dijo que El directamente le había puesto en pareja con Pabito, para dar  al Ecuador una de las familias más unidas y que han aportado de manera grandiosa al desarrollo de tan hermoso País. Yo me sentí como un ser privilegiado de ese amor.


                                                      Sara María Bustillos de Atiaga


                                                      Recuerdo del primer año


                  Sus hijos Vicente, Graciela, Marina, Maruja, Galo, Teresa y Antonio








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