LV. Primer día en el Colegio Spellman

Quince días de que comenzaron clases, mi padre decidió cambiar a sus cuatro hijos del Colegio La Salle al Spellman. Gracias a su visión de educador, en la que se incluye el rechazo a la política equivocada de los legos " La letra con sangre entra", comenzamos una etapa maravillosa de la vida, el Colegio.  Mi hermano Galito a quinto curso,  Marco a segundo curso, yo a primer curso y Marcelito a sexto grado. Qué tiempos aquellos, era Octubre de 1965.
Pues bien, llegamos al colegio, subí las gradas hasta el tercer piso y ví que salía del aula el Padre Bastidas, hombre delgado, algo corto de estatura, piel bronce y vestía una sotana que le cubría los zapatos. Me invitó a entrar y dijo frente a los demás compañeros : " Welcome to the Cardinal Spellman School, these are your mates and I will be your principal teacher. Please have a sit in any of the empty chairs." yo me quedé parado, asustado, ya que no entendí una de sus amables palabras. Los estudiantes empezaron a cuchichear y algunos a reír.  Volvió a dirigirse hacia mi y me dijo : " Do you speak English?". Me quedé aterrado, viendo mi expresión me habló en español y pude sentarme escuchando solamente las risotadas de mis compañeros.
No era mi día, el Padre Bastidas me dijo aparte que era un Colegio Bilingue y que se dictaban tres de las ocho materias en inglés, iba a tener mucho problemas. Natural Sciences, Geography and History.
Llegué llorando a la casa, con el reto de en la mente de superar esta limitación.
Entregaban las libretas de calificaciones cada quince días, en la Salle estaba acostumbrado a no perder ni un sólo punto. Eramos 28 estudiantes, en un paralelo en primer curso. Me acuerdo de todos, recibí la libreta con el espanto de ver que ocupaba el puesto 21.
Llegué a casa y me prometí mejorar, no era tan mal no ser el último de la clase. Cada una de las materias en inglés, tenían un libro grueso con miles de palabras desconocidas. Con el diccionario en la mano, comencé a estudiarlas adelantando las clases.
La segunda libreta a mi alegría y sorpresa, ocupaba el puesto 11. Seguí muy entusiasmado el mismo proceso, y no fue raro subir del puesto once al séptimo y luego al primero.
Toda mi vida estudiantil logré estar dentro de los dos primeros puestos, hasta graduarme. El primero al final del Colegio le correspondió a un amigo muy inteligente, yo diría brillante. Mi diferencia con él es que yo jamás copié en un examen, no hacía "pollas".
Muy rápidamente hice amigos, quienes me acompañaron durante toda mi vida de Colegio y conservo la amistad de la mayoría de ellos.
A Jesús le encantó la historia y  me dijo que El habla en todos los idiomas, y que es necesario aprenderlos para pode comunicarse adecuadamente con todos.

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