XXXVIII. Los mandamientos

Ayer que estaba manejando hacia Latacunga, Jesús me preguntó si conocía los diez mandamientos. Le dije que por supuesto. En desorden y un poco nervioso, atiné a decirle siete de ellos. Me sentí muy avergonzado y le prometí volverlos a estudiar.
Moisés en su camino a la tierra prometida, viendo que su pueblo estaba perdido en sus valores morales, hace una parada al pié del Monte Sinaí y ora a Dios para que le dé la sabiduría para poner  escribiendo sobre piedra, los mandamientos que deberían ser cumplidos por todos por igual, los mismos que después de miles de años, todavía tienen vigencia.

  1. Amarás a Dios sobre todas las cosas. Dios se pone en primer lugar para enseñar al pueblo que EL es lo más importante que existe. Sin EL la vida no tiene sentido. Un gran porcentaje de la humanidad no cree en su existencia, sin embargo, es el más importante.
  2. No tomarás el nombre de Dios en vano. No se puede actuar tomando su Santo Nombre en forma superficial. Hoy muchos seres humanos hablan de EL sin ningún respeto, y mucha veces usaron su nombre inclusive para matar y cometer los actos más vergonzosos para llegar a violar niños. Algunos sacerdotes hacen atrocidades en su nombre. La Santa Iglesia Católica usó el nombre para someter a pueblos y civilazciones enteras.
  3. Santificarás las fiestas.Dios pide que en forma regular se le recuerde y sus hijos se reúnan permanente para ora en su nombre. Cuando haces esto, Dios se hace presente.
  4. Honrarás a tu padre y a tu madre. Dios reconoce la importancia de la familia como núcleo de la civilazación y pone como cabezas de la familia a los padres, a quienes a más de amar, les debemos respeto, obediencia. Los padres tienen la responsabilidad de inculcar en sus hijos el amor a Dios, y les dan los valores necesarios para una convivencia de alta calidad.
  5. No matarás. Dios manda respetar la vida ajena, sin embargo, todos los días el hombre mata a su prójimo por odio, por hacer daño, por ganar poder, por envidia ya hasta por venganza. Gobernantes del mundo usan el poder de sus fuerzas y de su  poderío bélico para destruir y matar sin contemplación a niños, jóvenes y ancianos. Sus propias leyes lo permiten. Cada día que pasa,  los hijos de Dios olvidan este mandamiento,
  6. No cometerás actos impuros. Se incluye evitar la lujuria, la infidelidad dentro del matrimonio. Este mandamiento de Dios tiene como fin conservar la famila como la institución que tiene los mismos objetivos basados en el amor. Un tercero solamente traerá dolor y destruirá la paz y la continuidad familiar.
  7. No robarás. No existe nada más feo que el tomar cosas que no te pertenecen. Roba el pobre para vivir en un mundo desigual, roba el rico para aumentar su poder y el deseo insaciable de consumir todo lo que pueda. Gobernantes roban el dinero sagrado del pueblo para satisfacer sus ambiciones ilimitadas.
  8. No darás falsos testimonios ni mentiras. El ser humano miente todos los días para difamar y hacer daño a la gente. Vemos que sin pruebas se habla sobre el prójimo, sobre empresas, sobre gobernantes, sobre hermanos. La envidia y el deseo de que se interrumpa la tranquilidad de otros tiene un peso demasiado fuerte, ya que lo negativo pesa mucho. Luego, en muchos casos, quien fue difamado no se puede recuperar jamás. Ese es el daño mortal que se hace con la difamación y muchas veces hasta con un silencio.
  9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros. Deja vivir con amor a tu prójimo, respeta a sus familias, evita la pornografía.
  10. No codiciarás los bienes ajenos. No envidies, trabaja para lograr lo que puedes alcanzar. El trabajo es bendecido por Dios y siempre es efecctivo para no tener que codiciar los bienes ajenos.

Todos estos mandammientos tienen total vigencia hasta que llega Jesús y nos aumenta un mandamiento, de los más bellos que se pueden imaginar. El amor a uno mismo y al prójimo. Mucho  se puede decir sobre el mandamiento del amor, tan olvidado y muy poco expresado. El egoismo muchas veces evita que lo pongas en práctica. Es más fácil amar, no te cuesta amar. Desecha tu egoismo y ama a todos, a tu familia, a tus amigos, a tus enemigos.
Jesús me quedó viendo y me dijo que está esperando algo que puedo aportar.
Le dije que yo creo que se debería crear un nuevo mandamiento.  Un mandamiento que con su práctica se podría mejorar la calidad de vida de ser humano. Este décimo segundo mandamiento debería ser: " dedica tu vida al servicio de los demás ", Jesús reconoció que no necesariamente está implícitamente contenido en los anteriores. Me prometió revisarlo y pedirme más detalles.


Comments

  1. Excelente! Está dicho todo! Felicitaciones Pepe. Solo añado un pensamiento en el punto 8. Más grave todavía cuando mienten e injurian sabiendo que no es VERDAD y todavía comparten.

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  2. Es el octavo mandamiento. Gracias querido amigo

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