XLVII. Semana Santa en Tanicuchí.

A Jesús le encantó conocer a la primera educadora de la Parroquia de Tanicuchí, me aclaró que había escogido lo mejor para que forme una familia de altísimo valor cultural y moral.
Siempre que regresábamos, luego de unas inolvidables vacaciones,  nos sentíamos muy tristes el rato de la despedida de mis abuelitos, tíos, primos y mi hermano Eugenio.
" Vendrán guaguas , pero ya no crezcan tanto!", decía mamita, mientras que Pabito corría a sacar sus monedas de un sucre para regalar a cada nieto, y nos ponía cuatro " chocolatines " en los bolsillos. Nos vemos en Semana Santa.  En Tanicuchí había cientos de cucuruchos que hacían una manta de color morado. Sus largos bonetes y su máscara que dejaba ver solamente sus ojos, me asustaban ya que solamente por los zapatos viejos o piés desnudos, no los podía reconocer.
Los curas de pueblo son los más elocuentes en la misa de Viernes Santo, donde en un sermón de tres horas,  asustaban e impactaban a los feligreses resaltando las " siete palabras ".
" Padre pérdónales porque no saben lo que hacen". El cura hablaba en voz muy piadosa y con todo recogimiento, para debatir sobre el gran don de perdonar. Mujeres perdonen a su maridos, suplicaba haciendo recordar la promesa hecha en el matrimonio.
" Yo te aseguro : hoy mismo estarás conmigo en el paraiso",  cuando Jesús le dijo al ladrón arrepentido, asegurando el perdón inmediato de los pecados  a la humanidad. El cura no soportaba el hecho de que Jesús pueda ser tan bueno!
" Mujer, ahí tienes a tu Hijo. Hijo, ahí tienes a tu madre". Aquí es donde me ponía a llorar, solamente pensando el sufrimiento de María, madre de Jesús.  No podía imaginar el dolor de esa Madre, que había traído al Hijo de Dios con la luz del Espíritu Santo.  Es la primera vez que le vi llorar a Jesús, no podía soportar el presentarse de esa manera a los ojos azules de su bella madre. Tomé mi mano derecha y sequé sus lágrimas, mientras Jesús recordaba que hizo lo mismo con su madre. El cura entraba en ira y cólera y decía a los feligreses : " pobre desgraciado, el que haga llorar a su madre".
" Dios mío, Dios mio, porqué me has abandonado?". Es cuando Jesús siente como ser humano y cuestiona a su Padre. Tanto es el sufrimiento que tenemos en varios parajes de la vida,  que pensamos que Dios nos ha abandonado. Jesús me dijo que se había sentido solo, desamparado, pero en esos minutos de soledad que se le hicieron como años, se estaba dejando vencer del miedo.
"Tengo Sed", nuevamente, su condición de ser humano le hace sentir la sed. Cuántas veces hemos sentido sed y cómo nuestro cuerpo se recupera mientras el líquido vital recorre nuestro esófago. EL cura se iba por las ramas, hablaba de sed de amor, de oración, de justicia, de perdón... Jesús no podía creer esa interpretación! Me dijo que lo que sentía era SED.
"Todo está consumado". Jesús vió el fin, el punto de no retorno. Aceptó la voluntad del Padre y solamente esperaba su muerte. El semblante de Jesús era de aceptación total, de esperanza en dejar este mundo y regresar a su Padre. Tenía solamente 32 años, yo quería seguir viviendo me confesó Jesús.
" Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu". Jesús simplemente deja todo en manos de Dios Padre, el Espíritu Santo se encargó de darle la fortaleza de la aceptación.
El cura, lleno de emoción y espanto gritaba a todo pulmón : " Idos malditos al infierno", todos lloraban, no podían creer que  Jesús siendo tan bueno y necesario en la Tierra, debía partir tan temprano a su Reino.

Jesús me dijo : "Esa es la confianza que un cristiano debe tener en el momento de su muerte", luego le enseñe mis pinturas que con tanta emoción les hice a su Madre y a El. Me dió un abrazo, y sin soltarme, me agradeció.





Comments

  1. Así se siente, la Semana Mayor, cuando estas en fe de la religión católica, y creo que ese sufrimiento, es por que nos han inculcado nuestros abuelos, padres , el amor a Dios, la fe etc

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