X. El juego

X. Los Angeles y Jesús jugaron por horas al florón. Me preguntaron sobre las penitencias, lo es dije que para ellos también no aplica. Quisieron saber a qué juegan los niños actualmente. Les conversé que hoy pasan mucho tiempo dentro de casa y prendidos a un celular,  es una ventana a muchos juegos interactivos con un computador y con un acceso ilimitado a toda la información que tiene el planeta. Ellos cuando sean viejos habrán perdido la capacidad de sorpresa. Les pedí a los ángeles que no pidan celulares, ya que los juegos en computadoras han causado más mal que bien.  Los juegos interactivos con otros niños ayudaban a un crecimiento mejor. Por ejemplo, se desarrollan valores y cualidades como el trabajo en equipo ya que en cualquiera de los juegos al aireré libre  cada componente tiene su responsabilidad, misión y participación coordinada para lograr el triunfo. El deseo de superación, ya que poco a poco se iba mejorando su habilidad para lograr mejores resultados. Se desarrolla el cuerpo completamente, ya que todos estos juegos tiene mucho movimiento y los músculos se ejercitan. Se aprende a perder y ganar, a saber que así cómo podemos lograr el triunfo, debemos ser humildes a la derrota. Se mejora la capacidad de aprendizaje, de imaginación y creatividad, ya que muchas veces teníamos que inventar nuevos juegos o adaptar muchos de los existentes. Se aprende a tolerar y respetar las reglas de los juegos y el principio de autoridad, ya que todos los juegos tienen reglas y jueces. Se desarrolla la capacidad de liderazgo, ya que muchas veces nos toca motivar,  arengar, comprometer y convencer a los jugadores. Se necesita paciencia,  indispensable para ganar y tener buenos resultados. Se crea la conciencia de ayudar al más débil, en situaciones que son oportunas. Se aprende a usar estrategias, que no siempre vamos a usar lo mismo en cada juego. Se comprende lo útil de la competencia, lo necesario que es para mejorar y vencer. Se aprende a improvisar y usar la creatividad.  Se aprende a ser ordenados y dejar limpio el lugar del juego. Y me falta algunas muy importantes,  la habilidad de hablar, conversar, convencer, explicar, exponer, dialogar y escuchar.
 No quise cansarles mucho, pero vino la pregunta del rigor... " Porqué permiten que esos niños ya no jueguen así? "  Le contesté que son los resultados del progreso de la civilización. Jesús y sus ángeles no pararon de reír.